El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, abogó ayer por implantar una mayor coordinación entre los bancos centrales, los reguladores y los supervisores de los mercados financieros para evitar futuras crisis globales.

En un comunicado, Durao Barroso, que participó en una reunión en Londres con líderes de los países europeos del G-8 (Gran Bretaña, Alemania, Francia e Italia) para acordar medidas que devuelvan la tranquilidad a los mercados, dice que, ante la volatilidad de los mercados, la UE no debe caer en medidas proteccionistas, sino mejorar la cooperación y la transparencia.

Reconoció que las turbulencias "requieren vigilancia" porque "ninguno de nosotros estamos aislados de lo que ocurre en los mercados financieros" y porque la excesiva volatilidad afecta a la confianza en la economía. "Por ello, no podemos ser complacientes, pero podemos estar seguros", señaló el presidente de la Comisión Europea. E insistió en que "los fundamentos de la economía de la UE son sólidos", en que la tasa de paro es la más baja de los últimos 25 años, en que el balance por cuenta corriente es positivo y en que el euro es fuerte.