Los líderes de los Veintisiete anunciaron ayer su "determinación a tomar las medidas necesarias en apoyo del crecimiento y del empleo" para hacer frente a la recesión que acecha a los países europeos. Tras extender a toda la Unión Europea (UE) el plan de salvamento del sistema bancario y financiero diseñado por el Eurogrupo, los Veintisiete encargaron a la Comisión que presente antes de finalizar el año "propuestas adecuadas" para sostener el crecimiento y el empleo, y "en particular, para preservar la competitividad internacional de la industria europea".

El presidente francés y presidente semestral de la UE, Nicolas Sarkozy, señaló que no se puede dejar a la industria europea en una situación de desventaja cuando EEUU acaba de acordar unos préstamos bonificados a su industria automovilística por valor de 25.000 millones de euros.

Sarkozy abogó por una acción concertada común de la UE para afrontar la recesión, semejante a la emprendida para salvar el sistema financiero, pero reconoció que no existía unanimidad para ello. Un plan de reactivación común europeo, como planteó el canciller austriaco, Alfred Gunsembauer, tampoco obtuvo respaldo. Pero ante el agravamiento de los indicadores, los Veintisiete acordaron preparar medidas para sostener el crecimiento, el empleo y la industria.

TRANSPARENCIA Por el contrario, la gravedad de la crisis financiera sí logró unificar las posiciones de los Veintisiete entorno a los principios que deben regir una reforma "completa" del sistema financiero mundial, que la UE aspira a liderar. El Consejo Europeo indicó que esa reforma debe introducir transparencia en las operaciones y activos financieros, normas mundiales de regulación, una supervisión transfronteriza de las entidades, mecanismos de gestión de crisis y sistemas de alerta rápida. La reforma, según la UE, también debe convertir al Fondo Monetario Internacional (FMI) en un auténtico regulador y supervisor del sistema monetario mundial.

CONVENCER A BUSH Sarkozy, acompañado por el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, se reunirá mañana con el presidente estadounidense, George Bush, en EEUU para que se sume a la convocatoria que impulsa la UE de una cumbre mundial en noviembre para iniciar esa reforma del sistema financiero. La semana próxima se reunirán en Pekín con dirigentes de los países asiáticos con el mismo objetivo.

El presidente francés indicó que la reforma debe acabar con los paraísos fiscales y someter a control los fondos especulativos (hedge funds ) y los fondos soberanos: "No es lógico que el Estado ayude a un banco con garantías y con inyecciones de capital y se le siga permitiendo operar con paraísos fiscales".