La agencia de calificación crediticia Fitch dio motivos ayer para la recogida de beneficios. Avanzó que podría rebajar el rating de Portugal si la consolidación de la deuda es insuficiente. Además, se manifestó partidaria de que la mejor solución para Grecia es la ayuda del Fondo Monetario Internacional (FMI), convencida de que una suspensión de pagos de deuda soberana dentro de la zona euro es posible y también se mostró firme en que el riesgo económico de España es muy alto. Lógicamente, los diferenciales de la deuda volvieron a subir y las cotizaciones, a bajar. El Ibex 35 terminó en los 11.002,8 puntos, el 0,68% por debajo del cierre del lunes.

La falta de referencias macroeconómicas abonó el terreno para los recortes y contribuyó a una apertura casi plana en Wall Street. Por citar lo más destacado de las escasas referencias del día, la balanza comercial francesa de enero consolidó la reducción del déficit observada ya en diciembre.

En el frente empresarial, lo más destacado fueron las pérdidas de EADS, por encima de los vaticinios, junto a unas previsiones poco alentadoras para el 2010 y un posible recorte del dividendo. También fue noticia que la farmacéutica francesa Sanofi-Aventis anunciara un acuerdo con la estadounidense Merck & Co. para crear una firma conjunta en el sector de la salud animal.

En España, pesó la venta por parte de Ebro Puleva de su filial Puleva Food al grupo francés lácteo Lactalis. Bank of America revisó al alza su precio objetivo de 16 a 17,2 euros por acción y Citigroup revisó a la baja el precio de Mapfre de 3,29 a 2,85 euros por acción. Ebro perdió más del 4% y Mapfre se ha dejado casi el 3%. Todos los grandes valores concluyeron con pérdidas, que lideró Banco Santander con un descenso del 0,96%; seguido de BBVA, que cayó el 0,94%; Repsol, el 0,84%; Telefónica, el 0,64%; e Iberdrola, el 0,53%. En la parte positiva, superaron el medio punto porcentual de subida OHL, REE y Telecinco.