Las bolsas mundiales han vivido una semana de euforia, que se ha plasmado en el exterior con cuatro máximos históricos en Wall Street y, en España, con un Ibex-35 liderando las subidas de toda Europa y con una notable rebaja de la prima de riesgo.

Datos positivos, como el del PIB japonés del último trimestre, que subía un 0,2 % frente al -0,4 % previsto; el incremento de las exportaciones chinas en un 21,8 % en febrero o el descenso del desempleo en Estados Unidos, hasta el 7,7 %, han dado alas a los inversores y les han hecho olvidar la situación que se vive en Europa.

El BCE pronosticó esta semana un empeoramiento del crecimiento de la zona euro en 2013, que se cerrará con una contracción del 0,5 %, pero, a su vez, pero lanzó un rayo de esperanza al admitir que en su reunión del jueves estudió una rebaja del precio oficial del dinero.

Según los expertos, este anuncio abre la puerta a una pronta rebaja de tipos por parte de Mario Draghi, que permitiría dar un pequeño respiro a los países europeos con mayores problemas de financiación.

Además, tanto la Reserva Federal (Fed) como el Banco Central de Japón han manifestado su apoyo a políticas monetarias expansivas y de compra de deuda.

Todo ello creó el ambiente perfecto para que el Nikkei superara la barrera de los 12.000 puntos por primera vez desde la quiebra de Lehman Brothers en 2008 y para que Wall Street lograra hacer historia con cuatro máximos consecutivos, que situaban el Dow Jones en las proximidades de los 14.400 puntos, con una subida semanal del 2,18 por ciento.

La bolsa española, por su parte, conseguía su mayor subida semanal del año, del 5,39 %, tras cinco días de rally, en los que siempre ha sido la punta de lanza de las bolsas europeas, que han registrado subidas algo menores.

París tenía que conformarse con un alza semanal del 3,79 por ciento; Fráncfort, del 3,61 por ciento; Milán, del 3,37 por ciento, y Londres, del 1,65 por ciento.

Pero el tirón de Wall Street no era el único detonante de la subida de las bolsas mundiales, pues los inversores también tuvieron muy en cuenta la rebaja de las primas de riesgo de las deudas soberanas europeas, especialmente la de España.

El diferencial del bono español frente al alemán caía paulatinamente y al cierre de la semana se situaba en 324 puntos básicos, lo que suponía volver a niveles de marzo de 2012.

El hecho de que el BCE pueda bajar los tipos nuevamente eleva el atractivo para los inversores y bancos de los bonos soberanos, ya que su rentabilidad sigue siendo muy superior a los depósitos y al mercado interbancario.

La rebaja de la prima española se plasmaba también en la subasta del Tesoro Público, que el jueves adjudicaba 5.030 millones de euros en bonos y obligaciones a un interés por debajo del 5 %, una cota que no registraba desde 2010.

La única nota discordante en esta semana de euforia la puso Fitch, que anunció al cierre de las bolsas europeas, una rebaja, en un escalón, de la nota de la deuda de Italia tras el incierto resultado electoral del país. Wall Street lo pasó por alto sin apenas tensiones.