Warren Buffett, el tercer hombre más rico del planeta según Forbes, acudió hoy al rescate de un asediado Bank of America, el mayor banco de EEUU, con una inyección de 5.000 millones de dólares, un movimiento que recuerda a su inversión en Goldman Sachs tras el estallido de la crisis financiera en 2008.

La decisión del llamado Oráculo de Omaha (su localidad natal), apodado así por su ojo para encontrar compañías devaluadas que, tras comprarlas a un precio bajo, le reportan grandes beneficios, supone un importante voto de confianza para un banco que ha perdido cerca de la mitad de su valor en bolsa (el 41,9 %) desde enero y tan sólo el lunes pasado se desplomó un 7,89 %.

La pérdida de fe de los inversores en la entidad financiera se produce mientras ésta lucha por acabar con las demandas e investigaciones de las que es objeto por su papel en la crisis hipotecaria que le han costado ya multimillonarios acuerdos con inversores.

De hecho, Bank of America reveló en julio pasado que en el segundo trimestre de este año perdió 8.826 millones de dólares (6.140 millones de euros) debido principalmente al acuerdo de 8.500 millones de dólares que alcanzó con un grupo de 22 inversores, entre ellos la gestora Pimco, la aseguradora MetLife o el banco de la Reserva Federal de Nueva York.

La entidad demostró así que, tres años después de la crisis, continúa lidiando con los problemas derivados de los préstamos basura, en parte heredados con la compra de Countrywide Financial tras el colapso de Lehman Brothers. Además, por ahora no está cerrada la investigación judicial sobre su papel -y el de otros grandes bancos- en la crisis hipotecaria.

Se baraja que el pacto para cerrarla podría llegar a costarle a Bank of America 25.000 millones de dólares (casi 17.400 millones de euros), una suma que sólo están dispuestos a desembolsar a cambio de "inmunidad" ante futuras demandas, lo que ha estancado las negociaciones.

Ante ese panorama, la entidad financiera se ha dedicado en los últimos meses a desprenderse de activos no esenciales para su negocio, como la venta de bienes raíces heredados tras la compra de Merrill Lynch, el abandono de su negocio de tarjetas de crédito internacionales e incluso la venta de una parte de su negocio de hipotecas a la agencia hipotecaria paraestatal Fannie Mae.

Sin embargo, esos esfuerzos por aumentar su capital no habían relajado hasta ahora a los mercados, que se habían cebado con las acciones del mayor banco por activos de Estados Unidos, lo que se agravó durante las pasadas dos semanas de volatilidad e incertidumbre vividas en Wall Street.

El lunes las ventas se saldaron con un desplome superior al 7 % en los títulos del banco, asediado incluso por rumores "disparatados", como fueron calificados por la prensa especializada, de que JPMorgan Chase planeaba hacerse con Bank of America.

Ante esas noticias, el miércoles la influyente firma de análisis Raymond James dio un espaldarazo a Bank of America al reiterar su amplia recomendación de compra de los títulos de la entidad financiera, de la que aseguraron que "tiene exceso de liquidez, un balance flexible, altos niveles de reservas y un capital más que suficiente para dejar atrás el lío de las hipotecas sin tener que emitir una sola acción más".

Parece que Warren Buffett escuchó ese llamamiento, porque tan sólo un día después ha anunciado que su consorcio inversor, Berkshire Hathaway, comprará 50.000 acciones preferentes de Bank of America por 100.000 dólares (69.580 dólares) cada una y por un valor total de 5.000 millones de dólares (unos 3.480 millones de euros).

El "préstamo", realizado a cambio de un dividendo del 6 % anual, recuerda al realizado en 2008 al entonces también asediado Goldman Sachs, golpeado por la crisis financiera tras la caída de Lehman Brothers, al que también prestó 5.000 millones de dólares para inyectar confianza en los mercados, aunque entonces lo hizo a cambio de un dividendo del 10 %.

"Estoy impresionado por la capacidad de generación de beneficios de esta compañía, que está actuando de forma agresiva para dejar atrás sus desafíos", aseguró hoy el multimillonario inversor, que con esa llamada a la calma provocó una subida superior al 20 % en las acciones de Bank of America este jueves, aunque a cerca de una hora del cierre de la sesión el avance se frenaba hasta el 10 %.