El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, volará mañana a China para intentar abrir nuevos mercados a las empresas españolas y atraer inversiones de la segunda potencia económica mundial, una de las principales compradoras de deuda soberana española en los últimos meses. Zapatero emprenderá vuelo a Pekín por la tarde y comenzará su agenda nada más aterrizar el martes en la capital china con el primer ministro, Wen Jiabao. Como hizo en septiembre del año pasado en Nueva York, donde se reunió con los principales inversores institucionales estadounidenses, el jefe del Ejecutivo mantendrá encuentros en China y Singapur con fondos de inversión, bancos y autoridades económicas para defender la fortaleza de la economía española y sus reformas y exponer las posibilidades de inversión en el país. El Ejecutivo reconoce el interés chino por la deuda española a lo largo de toda esta crisis -calcula que puede tener en sus manos un 12 por ciento de los bonos emitidos- y no descarta atraer la atención del gigante asiático hacia sectores como las cajas de ahorros, cuya patronal realizó una gira asiática a finales de febrero. Destacan además las fuentes del Gobierno el enorme déficit comercial existente con China y el interés de España en aumentar la presencia empresarial en el país. Zapatero avalará en concreto proyectos de Nutrexpa y de la Corporación Mondragón y acompañará la firma de varios acuerdos que tienen previsto cerrar en Pekín empresas como el Banco Santander, Indra, el Grupo Antolín, Ringo y Gamesa. Desde Pekín Zapatero visitará por primera vez Singapur, uno de les plazas financieras del mundo, y después se desplazará a la isla china de Hainan, donde ha sido invitado a participar en el Foro Boao y donde se entrevistará con el presidente chino, Hu Jintao. En el marco de ese seminario económico, creado para emular en Asia el Foro de Davos, Zapatero coincidirá también con los presidentes de Rusia, Dmitri Medvédev; Brasil, Dilma Rousseff; y Sudáfrica, Jacob Zuma; y con los primeros ministros de India, Manmohan Singh; y Corea del Sur, Kim Hwang-sik. Al margen del interés económico, el Gobierno espera analizar con las autoridades chinas la evolución de la intervención internacional en Libia, una operación a la que dio luz verde el Consejo de Seguridad tras abstenerse Pekín junto a otros países en la votación. Las fuentes del Gobierno aseguran además que Zapatero planteará ante el Gobierno chino el problema de los derechos humanos y la necesidad de retomar el diálogo abierto con la UE sobre esta cuestión, ya que la última reunión se celebró durante la presidencia española de la UE. Zapatero llegará a Pekín con un nuevo caso sobre la mesa que ha suscitado la condena internacional, la detención del artista y activista chino Ai Weiwei. Según han apuntado desde el Ejecutivo, Europa debe hablar con una sola voz ante China y hay que esperar a que la alta representante de la UE, Catherine Ashton, diseñe una posición común ante este caso.