La sangre no llegó al río ayer en Izquierda Unida (IU). Pese a que el ambiente estaba caldeado después de que el PCE emitiera un comunicado exigiendo dimisiones inmediatas, las distintas corrientes internas acercaron posiciones hasta acordar una resolución en la que se da luz verde a la creación de una comisión "plural" que dirigirá IU hasta que una gran asamblea con los militantes elija en junio el futuro equipo de dirección.

El responsable de Economía, Javier Alcaraz, aventuró que el actual coordinador general de IU, Gaspar Llamazares, que en la noche electoral anunció que no se presentaría a su reelección, no presidirá dicha comisión.

Según Alcaraz, dicho órgano será "unitario" y estará compuesto por entre ocho y diez personas que representarán "las distintas sensibilidades". La composición no será acordará hasta después de Semana Santa por la presidencia federal, órgano de dirección formado por 100 miembros.

El sector crítico con Llamazares planteó que la presidencia se reuniera de urgencia este fin de semana para que la comisión se creara cuanto antes y que, mientras tanto, todos los integrantes de la permanente dimitieran.

Llamazares calmó sus ánimos al explicarles que él entendía que todos ellos estaban "en funciones", según fuentes del PCE. Aun así, los dos vocales comunistas y otros tres miembros críticos con la dirección actual se abstuvieron en la votación de la resolución presentada por Llamazares. Según las fuentes del PCE, porque el todavía líder de IU no accedió a readmitir a tres comunistas expulsados en enero, entre ellos Felipe Alcaraz. Este, al término de la reunión, advirtió de que estará "expectante" para que la gestora no tenga "ni trampa ni cartón".

El PCE no votó en contra de la resolución de Llamazares porque este sí aceptó otras de sus propuestas, como la comisión y la convocatoria del consejo político (formado por 250 miembros), donde se debatirán las causas de la debacle (IU ha caído de 5 a 2 diputados, y uno de ellos pertenece a ICV), antes de la celebración de la gran asamblea.

BUEN CLIMA Todos los dirigentes de IU consultados coincidieron en que los representantes de todas las facciones acudieron con voluntad de acuerdo. Uno de ellos incluso reconoció que las posiciones del PCE (facción muy crítica con la política de IU esta legislatura por su "seguidismo" respecto al PSOE) fueron "más suaves de lo esperado". Según esta fuente, próxima a Llamazares, los miembros críticos pensaban que habría más vocales que apoyarían su postura pero, "al ver que no era mayoritaria", rebajaron sus exigencias.

Dicha fuente explicó que Llamazares no estará en la comisión no como cesión al PCE, sino porque es un "órgano técnico". El aparente buen clima en el que acabó el encuentro no significa, sin embargo, que los comunistas vayan a cejar en su empeño.