Un llamamiento masivo que dio resultado. La prueba gráfica: hubo colas en muchos colegios electorales de la región. La participación en la comunidad subió 7,6 puntos en comparación con los últimos comicios. 900.534 extremeños estaban llamados a las urnas y finalmente un 76,3% hicieron uso de su derecho al voto (fue un 68,63% en los de junio de 2016). Se contaron 663.494 papeletas. Además, hubo un 23,7% de abstención (206.039), un 1,63% de votos nulos (10.798) y un 0,79% en blanco (5.156).

Por provincias, en la de Badajoz la participación fue menor con un 76,12% (69,79% en las últimas elecciones); mientras que en Cáceres se subió al 76,61% (71,53% en las anteriores).

Desde el primer avance

Ya en los primeros avances que se ofrecieron desde la web del Ministerio del Interior se reflejaba que la jornada estaba albergando una actividad mayor que en citas similares. A las 14.00 horas ya había subido más de tres puntos en relación a junio de 2016; a las 18.00 horas la diferencia ya era de casi nueve puntos. Al cierre de la votación se llegó a los 7,6 de diferencia.

En comparación con las comicios de diciembre de 2015 (los que Rajoy, cuando era presidente del Gobierno, tuvo que repetir), la participación ha subido en un 2,1% (entonces fue del 74,11%), mientras que la abstención ha bajado en un 2,29 (fue del 25,89%). No obstante, el máximo se consiguió en 1996, cuando hubo un 82,33% de extremeños que eligieron papeleta.

En comparación con el resto del país, Extremadura fue de las comunidades autónomas donde más se logró movilizar a los votantes para que acudieran a las urnas, siendo su porcentaje (ese 76,3%) 0,54 puntos superior que la media nacional, que se quedó en el 75,7%.