En los pequeños pueblos, besos a los bebés (aunque cada vez nacen menos alguno siempre aparece) y abrazos a los abuelos (que permanecen fieles en un banco de la plaza viendo la vida pasar). Ahí despunta, sin duda, el candidato socialista, Guillermo Fernández Vara. Objetivo: manifestar ternura y cercanía, transmitir preocupación por la natalidad y por las pensiones. Y por el futuro de esos pequeños municipios con pocos habitantes que cada vez están más envejecidos.

Por otra parte, visita a los comercios de toda la vida para ser uno más que va a comprar tomates (por ejemplo) en la tienda del pueblo. El momento lo ha protagonizado esta semana el líder del PP, José Antonio Monago. Objetivo: mostrar compromiso con los que ahora se llaman emprendedores, esos autónomos que se las ven y se las desean para llegar a final de mes (no todos lo consiguen).

También sirve posar con un caballo, echándole el brazo por encima, y subirse a un tractor para compartir confidencias con un agricultor. Así se ha fotografiado el aspirante de Ciudadanos, Cayetano Polo. Objetivo: transmitir gran interés por los problemas del campo extremeño, que son varios.

Vale, y mucho, darse una vuelta por una de las fábricas más importantes de la región, la Siderúrgica Balboa de Jerez de los Caballeros. Y, como no, salir en una instantánea con quien la mantiene en pie, Alfonso Gallardo, que ya ha pasado la barrera de los 80 años. Objetivo: defender el tejido empresarial e industrial de la región, ese que tanta falta hace para que se generen puestos de trabajo con salarios dignos.

Indispensable la imagen en el mercadillo con los vendedores. En este caso el protagonismo se lo lleva Irene de Miguel, la candidata de Unidas por Extremadura (antes Podemos). Su grupo parlamentario ha defendido la ley del comercio ambulante y había que sacarle partido.

Al barrio humilde

Y, como no, la imagen de Vox en un barrio humilde, obrero, como lo es Suerte de Saavedra en Badajoz. Allí se ha fotografiado el número uno de este partido, Juan Antonio Morales. Objetivo más que evidente: dejar claro que ellos no son un partido de ultraderecha, sino de extrema necesidad. Eso dicen y pregonan sin cesar.

En campaña electoral una imagen vale más que mil palabras y los partidos lo tienen muy claro. La fuerza de las instantáneas es incuestionable.