La Unión Europea acordó en Barcelona ampliar en 1.500 millones la línea de crédito del Banco Europeo de Inversiones (BEI) destinada a los países mediterráneos para el 2006-2007. La UE prometió, además, ayudas sin cuantificar para las reformas políticas, la educación y la investigación, y un programa de becas para estudiar en las universidades europeas.

El plan de acción acordado incluye asimismo el objetivo de potenciar la inversión en la región y también el desarrollo de redes regionales de transporte y de energía.