Visto para sentencia. El principal acusado del juicio contra la célula española de Al Qaeda, Imad Eddin Barakat, conocido como Abú Dahdah, cerró ayer el turno de última palabra de los 24 acusados que se han sentado en el banquillo durante un mes y medio. Abú Dahdah negó la existencia de esa red terrorista y aseguró que las acusaciones son "un invento". Otros ocho acusados negaron también las imputaciones y pidieron clemencia al tribunal.

El supuesto jefe de la red española de Al Qaeda acusó al juez y al fiscal de inventarse "una célula y una organización". Tras proclamar su inocencia, aseguró que los acusados tenían relaciones porque habían nacido en Siria y vivían en España desde hace 20 años. Asimismo, rechazó que él fuera el jefe. "Hablo con todo el mundo por negocios", se justificó.

El acusado condenó los atentados del 11-M en Madrid y del 11-S en EEUU, aunque dijo que "todos los pueblos tienen derecho a la legítima defensa". El fiscal pide para él más de 70.000 años de cárcel.

Otro de los acusados, Tayser Alony, periodista de Al Jazira, negó que entrevistara a Osama bin Laden porque éste fuera su jefe. Alony criticó al fiscal por haber pedido para él una sentencia ejemplar.