La presidenta de Madrid, Esperanza Aguirre, cree que tiene cogido por los cuernos el toro de Caja Madrid y no piensa soltarlo. Está convencida de que es ella, junto a PSOE y sindicatos, quien debe proponer candidato a presidir la entidad financiera. Su preferido para el cargo, no lo niega, es su número dos, Nacho González. Asegura que la ley ampara su postura y que no dará su brazo a torcer, aunque le cueste una guerra sin parangón con el alcalde Alberto Ruiz-Gallardón y con su jefe en el partido, Mariano Rajoy. Así lo demuestra el hecho de que, ayer, se atreviera a advertir de que no acudiría a ninguna reunión a tres para limar asperezas si no se tomaban, previamente, medidas contra Manuel Cobo, la mano derecha del regidor madrileño que, sin previo aviso y en el diario El País , cargó contra ella. "Lo que está haciendo la gente de Aguirre con Rodrigo Rato --candidato de Rajoy y Gallardón para Caja Madrid-- es de vómito", había espetado Cobo.

A juicio de la presidenta regional, esas palabras del vicealcalde merecen su expulsión del PP. Y, según apuntaron fuentes populares, dejó claro que no piensa ir a ninguna reunión conciliatoria con Rajoy y con Gallardón hasta que no se tomen medidas por los ataques de Cobo.

COMITE DE DERECHOS De momento, el comité de derechos y garantías está obligado a pronunciarse sobre la actitud mantenida por Cobo que, para defender a Rodrigo Rato, ha puesto de vuelta y media a la presidenta (su presidenta) Aguirre y ha logrado que, en cuestión de horas, el órgano de disciplina del PP madrileño decidiese, por unanimidad, pedir que se le abra un expediente sancionador. No obstante, ese expediente solo podría ser impulsado por la propia dirección nacional del PP, dado que Cobo forma parte de la ejecutiva de Rajoy. De esta forma, la presidenta regional ha logrado colocar la pelota en el tejado de su jefe y, de paso, situar en la diana política al más cercano colaborador de su compañero, a la vez que enemigo, Gallardón. ¿Por quién se cortará la mano el presidente del PP? ¿Por Aguirre o por Gallardón? Está por ver, aunque la distancia entre Rajoy y Aguirre es infinita desde que ella amagara con disputarle la jefatura del partido. El alcalde, sin embargo, forma parte de su equipo.

Alberto Ruiz-Gallardón, como cada lunes por la mañana, estuvo ayer en la reunión que presidió Rajoy para fijar la estrategia a seguir durante la semana. Entre otros temas, se trató la polémica suscitada por la explosiva entrevista de Cobo y sus embestidas a Aguirre. El alcalde mostró su apoyo a su colaborador, también en esta ocasión. "Siempre he respaldado lo que ha hecho Cobo y esta vez no va a ser una excepción", sentenció ayer.

POSTURA SALOMONICA Finalizada dicha reunión, tuvo que salir a explicarse ante la prensa la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal. Ella fue la encargada de dar una primera valoración del último fuego surgido en Madrid. Para salir del paso, buscó una postura salomónica. "Para estar en la política hay que tener grandes cualidades como la lealtad, la prudencia, la disciplina, el saber estar y la discreción", sentenció De Cospedal. Añadió que, como secretaria general, estaba obligada a recordar que críticas como las realizadas por Cobo han de formularse "en el seno de los órganos internos competentes", y no en los medios de comunicación.

Mientras, varios portavoces oficiales del PP seguían haciendo campaña por Rato para presidir Caja Madrid. Desde el entorno de la presidenta se insistía en que ya existe un acuerdo (que incluiría al PSM) para que Nacho González se coloque al frente de la entidad. En cualquier caso, Aguirre y los suyos avisan de que, si la guerra en el PP se encona, podría ser el Banco de España quien terminase eligiendo presidente de la Caja. Rajoy calla, pero no ha dicho la última palabra.