Parecía que Esperanza Aguirre iba a salir indemne de la más importante trama de corrupción del PP después de la Gürtel, la del caso Púnica, pese a que fue la presidenta de partido en Madrid entre 2003 y 2012. Al final, sin embargo, no se ha librado de la última andanada de imputaciones instada por Anticorrupción. El juez de la Audiencia Nacional Manuel García-Castellón la ha imputado en la pieza relativa a la financiación ilegal del PP madrileño, porque considera que «fue quien ideó la búsqueda de recursos» para las campañas electorales en las que obtuvo mayoría absoluta y que lo hacía con el objetivo de «fortalecer y vigorizar su figura política y consolidarla como presidenta» de la Comunidad de Madrid.

El magistrado también ha imputado a su sucesora Cristina Cifuentes por la presunta adjudicación irregular de la cafetería de la Asamblea de Madrid al grupo Cantoblanco del expresidente de la patronal madrileña Arturo Fernández. Cifuentes comparecerá en la Audiencia Nacional el 1 de octubre, mientras que Aguirre lo hará el 18, de tal forma que cerrará los interrogatorios de la treintena de nuevos imputados, entre los que se encuentra la empresa Indra y cuatro exconsejeros madrileños: Manuel Lamela, Juan José Güemes, Borja Sarasola y Gador Ongil . El juez también cita a una veintena de testigos.

Control directo / La imputación de las expresidentas se ha producido en la pieza del caso Púnica en la que se investiga «el desvío de caudales públicos para financiar campañas electorales, así como la entrega de comisiones y dádivas prometidas a una red de empresas de confianza, las cuales no fueron satisfechas a costa de sus márgenes comerciales, sino, indiciariamente, a cargo de los contratos públicos de diversos entes públicos al que giran facturas que no se corresponden con trabajos reales o se confeccionan bajo nombre supuesto dictámenes superfluos y de favor».

El magistrado, que otorga el «control directo» de las «actuaciones irregulares» investigadas a Aguirre, sitúa el inicio de estas prácticas en la campaña de 2003. En una reunión a principios del 2004 se presentó a los consejeros al empresario Horacio Mercado y al nuevo logo de la Comunidad que había diseñado: «Madrid la suma de todos», donde se les informó de que sus campañas de publicidad debían contratarse con su empresa Over Marketing.

«planes ilícitos» / «La investigación arroja indicios racionales de la existencia de otros planes ilícitos, posteriores a la reunión del año 2004, dirigidos a que fuesen de nuevo los fondos públicos los que abonasen gastos particulares del PPCM, de sus dirigentes y otra parte de los gastos electorales de las campañas electorales autonómicas de los años 2007 y 2011 y las elecciones generales del año 2008», señala la resolución. Todo lo había ideado Aguirre, «desde su condición de candidata, presidenta del gobierno regional y del PPCM». Hasta «supervisaba las sinergias entre sus consejeros de confianza». Para ello se apoyaba en Ignacio González y Francisco Granados, así como en el que era gerente del PP de Madrid, Beltrán Gutiérrez.

Caja b / Entre los «artilugios» utilizados para el desvío de fondos a favor del partido, el juez cita la Fundación para el Desarrollo Económico y Social de la Comunidad de Madrid (Fundescam), de la que dice que Gutiérrez, como «gerente del partido y encargado de la contabilidad de las campañas electorales, convino con los proveedores electorales del PPCM que las facturas por sus servicios electorales o por la contratación de medios de radio para las campañas, no se emitiesen al PPCM sino a Fundescam, encubriendo el verdadero trabajo de naturaleza electoral bajo conceptos concordantes con el fin de la subvención».

Desde la caja b del partido que controlaba, en cuya cuenta Aguirre también figuraba como autorizada, Beltrán «vino realizando pagos en efectivo que costeaban actos privados de dicha fuerza política y otros gastos que no han podido ser determinados».

Su existencia era tan conocida que González pidió en una reunión un millón de euros para sanearla, porque había «quedado maltrecha tras la fastuosa campaña que se encargó y diseñó para las elecciones del 2011», que ganó Aguirre, revalidando la presidencia de la Comunidad de Madrid.