Cada vez que la presidenta de Madrid, Esperanza Aguirre, toma la palabra sobre el caso Gürtel se forma un revuelo en el seno de su propio partido: ayer, la que amagó con disputar el liderazgo del PP a Mariano Rajoy daba una nueva campanada al dejar caer ante los periodistas que está "segura" de que el presidente del PP terminará por seguir la senda que ella ha abierto y, una vez se conozca todo el sumario, expulsará del Grupo Popular en el Congreso y en el Senado al diputado Jesús Merino y al senador Luis Bárcenas, si se demuestra que hay indicios delictivos contra ambos, tal y como apunta el Supremo. Habrá que esperar a ese momento para ver si esa "seguridad" de Aguirre es o no acertada ya que, de momento, a la dirección popular no se le pasa por la cabeza tomar tales medidas. "La de Aguirre es buena decisión. Pero cada situación es cada situación", aseveró ayer la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal.

Aguirre fue la primera en adoptar medidas contra los políticos madrileños imputados por un juez y, tras el levantamiento del secreto judicial sobre un tercio de sumario Gürtel, ha vuelto a ser la primera en tomar decisiones: el jueves, acaparó la atención de todos los medios de comunicación al forzar que sus cinco implicados en la trama corrupta --tres parlamentarios y dos exalcaldes-- dejasen el grupo popular, bien en la Asamblea regional o bien en sus consistorios. Con más o menos intención, ha dejado a Rajoy y al valenciano Francisco Camps en evidencia.

TRATO DIFERENTE Y siendo obvio que es la dirigente del PP que más rápidamente toma decisiones en torno a este asunto, Aguirre se permite dejar consejos en el aire a Rajoy, como el que concierne a Bárcenas y Merino. Trato distinto da a Camps, a quien dice que no puede servirle "en absoluto" de ejemplo, ya que ella se ha encontrado con cargos imputados en el caso. "En Valencia, en este momento, no hay nadie imputado y los que lo estaban en referencia al propio Camps y a su número dos, Ricardo Costa, han sido exonerados", remachó. En este contexto, no dudó en manifestar que "confía plenamente" en el presidente de la Generalitat valenciana y que está convencida de que "hará lo que tiene que hacer".

DOLIDA CON LOPEZ VIEJO Pero Aguirre, que ayer estuvo locuaz tras el comité de dirección del PP de Madrid, habló tanto de los ajenos como de los propios y confesó sentirse "muy dolida" con su exconsejero Alberto López Viejo --que se encargaba de organizar los actos de la presidenta-- ya que, según ella, le engañó. "En el 2005 le di instrucciones clarísimas, ante la aparición de unas denuncias relativas a Easy Concept, de no contratar ninguno de mis actos con esa empresa. Me dijo que no me preocupara, pero contratábamos a otras que eran de los mismos dueños", relató.

Asimismo, explicó a los periodistas que ya en su día remitió al magistrado de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón todas las facturas que se habían encontrado en la Comunidad ligadas a compañías que formaban parte de la red de corrupción. Y en lo que concierne a los diputados que el jueves expulsó del grupo popular, Aguirre señaló que va a impulsar la modificación del reglamento de la Asamblea de Madrid para que puedan ser diputados no adscritos. Tanto PSOE como IU apoyan esa propuesta.