Si alguien pensaba que el sector crítico del PP había desaparecido por disolución entre el almíbar de la convención de Sevilla y la euforia de los sondeos, ayer salió Esperanza Aguirre para recordar que sigue donde estaba. La presidenta de la Comunidad de Madrid se desmarcó de nuevo de la línea oficial del partido al sostener que el rebelde Francisco Alvarez-Cascos sigue siendo "el mejor candidato que el PP podía presentar en Asturias" y rechazar cualquier participación en la campaña electoral de la candidata designada por Mariano Rajoy. La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, replicó que no es Aguirre quien decide los candidatos, pero eludió contestar a la pregunta de si sus declaraciones podrían acarrearle alguna sanción.

Aguirre no había escondido en Sevilla su incomodidad ante algunos gestos de la dirección de su partido. Esta la sentó, por ejemplo, en la misma mesa que la candidata asturiana, Isabel Pérez Espinosa. Su respuesta fue levantarse e irse una vez pronunciado su discurso, sin escuchar el de su compañera. Al día siguiente, tampoco asistió al parlamento de clausura de Rajoy. Tenía "un compromiso personal", se excusó, pero con ella se fue todo su séquito, incluido el secretario general del PP madrileño, Francisco Granados.

El mismo día en que Aguirre compartía mesa con Pérez Espinosa, Rajoy había alardeado de haber logrado acallar a los críticos. "El PP ya está absolutamente unido. Todos estamos tirando en la misma dirección", enfatizó satisfecho ante sus correligionarios. Debía pensar que uno de los desafectos, Cascos, ya estaba fuera del partido, pero se olvidó de la presidenta madrileña.

Con su habitual desparpajo, Aguirre soltó ayer, en una entrevista en Punto Radio, que no ha "cambiado de opinión" respecto a que Cascos "es el mejor candidato que el PP podía presentar en Asturias" y deseó que "hasta que se convoquen elecciones haya tiempo para arreglarlo". Y explicó así como había rechazado la petición de ayuda en la campaña que Pérez Espinosa le hizo en Sevilla: "Le dije que como no he cambiado de opinión sobre quien es el mejor candidato, no la voy a ayudar".

OPINION PERSONAL Cospedal restó relevancia a lo que pueda decir Aguirre sobre la cuestión. "Es la opinión particular de alguien que no participa en los órganos del partido que deben tomar esa decisión", dijo y, no sin sorna, coincidió con la autodenominada lideresa en que lo mejor, si apoya a Cascos, es que no viaje a Asturias. Fuentes de la dirección admitieron que les había incomodado una declaración que consideran "fuera de lugar".

El PSOE no desaprovechó la oportunidad de hurgar en la herida. Su secretario de organización, Marcelino Iglesias, destacó que la del PP en Sevilla "ha sido la imagen de unidad más corta de la historia de España".

Empujada por la reacción de su partido y de sus adversarios, Aguirre llamó a Cospedal horas más tarde y tras la conversación declaró a Europa Press que su apoyo a Rajoy es "entusiasta" y "total" y que la organización madrileña apoyará a la candidata asturiana. "Tiene razón la secretaria general" cuando dice que "he expresado una opinión personal, según dicen las encuestas refrendada por el 87% de los votantes del PP de Asturias", añadió sin rectificar en absoluto.