Continúa el reguero de opiniones sobre el puño en alto que exhibieron los socialistas, en especial su número tres, Leire Pajín, y la ministra de Igualdad, Bibiana Aído, el domingo en Rodiezmo (León). El PP lo comparó el lunes con el saludo fascista y ayer la presidenta de Madrid, Esperanza Aguirre, lo tildó de "gesto amenazante de quienes han ejercido una ideología totalitaria y han pisoteado los derechos de millones de ciudadanos en la Europa del Este".

La versión opuesta la defendió el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, quien aseguró que el puño en alto representa "un gesto de solidaridad de los trabajadores que durante siglos han defendido sus derechos". El portavoz socialista en el Congreso, José Antonio Alonso, también recordó que el puño es una "seña histórica de identidad" del PSOE.