El alcalde de Vigo, el socialista Ventura Pérez Mariño, lo ha apostado todo a una carta para salvar los pactos que el PSOE mantiene con el BNG en medio centenar de municipios gallegos.

Después de muchas horas de reuniones entre el líder socialista gallego, Emilio Pérez Touriño, y el nacionalista, Anxo Quintana, los pactos quedaron pendientes de una sola cuestión: la continuidad del alcalde vigués. Ayer por la mañana, el BNG exigía que Mariño se sometiese a una moción de confianza como condición para seguir negociando.

Se acercaba la hora de elegir al presidente de la Diputación de A Coruña, que podría ser el socialista Salvador Fernández Moreda si se alcanzaba un acuerdo con el Bloque. A mediodía no se había llegado aún a ninguna conclusión.

Pero una novedad de última hora cambió el rumbo de la negociación. Pérez Mariño anunció a las 12 en punto que se someterá a una moción de confianza en el plazo de 10 días. Si los nacionalistas deciden apoyarle, ambas partes recompondrán el pacto en Vigo. Si no, Mariño pasará a la oposición y el PP tomará las riendas de la ciudad.

GESTO SUFICIENTE El gesto de Mariño fue suficiente para que el BNG considerase recuperada la negociación. Los nacionalistas apoyaron la candidatura de Moreda en la Diputación coruñesa, no sin antes hacer firmar una cláusula al PSOE que prevé la inmediata dimisión del presidente provincial si éste expulsa a algún edil del Bloque.

Pérez Mariño aseguró que su gesto es "una decisión personal". Fuentes del entorno socialista apuntaron que, tarde o temprano, estaba obligado a presentar la moción, ya que la ciudad se había vuelto ingobernable por el bloqueo sistemático con el que amenazaban el BNG como el PP. El líder del PSOE gallego agradeció el gesto de Mariño. Pero en la ejecutiva federal socialista no parecía haber tanta sorpresa por la decisión del regidor vigués. El secretario de organización del partido, José Blanco, valoró "la generosidad" de Mariño y confió en que el BNG "entienda el gesto" y apoye un Gobierno progresista en la ciudad de Vigo.

NEGOCIACION ABIERTA Los nacionalistas, por su parte, presentaron la operación como un triunfo propio, aunque aún no consideran restituidos los pactos. "A día de hoy, no apoyaremos a Mariño", dijo el propio Quintana. La negociación entre PSOE y BNG está abierta y encarrilada, pero todavía quedan muchos puntos por aclarar. Tienen 10 días por delante.