Algo se mueve en el entorno político de ETA, pero aún es poco. El consejero vasco de Interior, Rodolfo Ares, admitió ayer, en una conferencia en Barcelona, que la izquierda aberzale ha dado "tímidos pasos" en los últimos meses para desmarcarse de la violencia de la banda. Sin embargo, advirtió de que esos gestos son aún "claramente insuficientes" para concluir que los herederos de Batasuna están dispuestos a dejar de arropar a la organización terrorista. "No pueden esperar que otros les arreglemos sus problemas. Tienen que lograr que ETA lo deje definitivamente o independizarse de ella", avisó.

Ares sostuvo la tesis de que la pretensión de ETA es seguir atentando, pese a que la mayoría de los presos y de los dirigentes de la izquierda aberzale quieren que deje las armas, pensando sobre todo en poder concurrir a las elecciones municipales del 2011. En este sentido, el consejero de Interior lanzó un mensaje a Eusko Alkartasuna (EA) por su intención de constituir un "polo soberanista" que integre a los aberzales para poder presentarse a los comicios.

El titular de Interior dejó muy claro que el camino de la negociación con ETA está "definitivamente cerrado" desde que los terroristas dinamitaron la anterior tregua, y que las voces que sugieren que puede repetirse esa posibilidad son "malintencionadas" y "rastreras".