El jefe de los técnicos en desactivación de explosivos (Tedax) de la Policía, Juan Jesús Sánchez Manzano, negó ayer rotundamente ante la comisión investigadora del 11-M que hubiera informado a sus superiores de que el explosivo detectado en los trenes fuera Titadine. Su versión revela que el entonces ministro del Interior, Angel Acebes, se precipitó cuando a las 13.30 horas del día del atentado afirmó que el explosivo era el habitual de ETA, aunque se estaba analizando.

La confusión partió de una información errónea que le fue suministrada al subdirector operativo de la policía, Pedro Díaz-Pintado, quien la transmitió a sus superiores. "Cuando surge la palabra Titadine, es determinante sobre la autoría del atentado", reconoció ayer ante la comisión el entonces jefe de la Brigada Central de Información y responsable operativo de la lucha contra ETA, Jesús de la Morena.

El jefe de los Tedax consideró "una temeridad" hablar de Titadine a esa hora, ya que los primeros análisis concluyeron pasadas las dos de la tarde del 11-M y sólo determinaron la existencia de nitroglicerina, que se utiliza en todas las dinamitas. Sánchez Manzano desvió la responsabilidad hacia la Guardia Civil y negó que sus hombres --dispuso de 12 equipos-- suministraran esa información.

Según el jefe de los Tedax, "supimos que era goma-2 eco tras el hallazgo y la desactivación en un descampado de la bolsa bomba encontrada en la comisaría de Vallecas".

LOS EQUIPOS El jefe de la Unidad Central Exterior de la Guardia Civil, Faustino Alvarez, explicó ayer en su comparecencia que su unidad no participó en la investigación del 11-M porque las pesquisas se orientaron a ETA. Este oficial explicó que se recibió una llamada en la unidad antiterrorista de ETA en la que se informaba que el explosivo empleado era Titadine.