Cinco botellas incendiarias fueron lanzadas la pasada madrugada contra las sedes de la Unión del Pueblo Navarro y del Partido Socialista, así como contra el Banco Santander, en la localidad de Burlada. La delegación del Gobierno destacó que los daños causados fueron "escasos" ya que únicamente ocasionaron manchas en la pared y en la acera.

Los actos vandálicos se extendieron también a Francia, una tendencia que preocupa a las autoridades del país vecino. Una casa deshabitada de la localidad vascofrancesa de Licq-Atherey resultó seriamente dañada por un incendio provocado. El pasado martes ya se registró un acto de características similares en Larrau, un pueblo cercano. Los gendarmes encontraron en ambos casos pintadas como El País Vasco no está en venta, un lema que se repite en las acciones llevadas a cabo contra intereses turísticos o segundas residencias de personas que no son oriundas del País Vasco, varios de los cuales han sido reivindicados por el grupo Irrintzi. A. U.