Después de que la vicepresidenta económica, Elena Salgado, haya repetido hasta la saciedad que las autonomías, "también las del PP", se van a beneficiar del 50% de la subida del IVA, y que por eso no tiene sentido el rechazo de Mariano Rajoy, ahora resulta que no es así. La polémica campaña sobre la "rebelión contra el IVA" que se ha inventado la presidenta de Madrid, Esperanza Aguirre, ha servido, por lo menos, para dejarlo bien claro. Según la ley que regula el nuevo modelo de financiación, las comunidades autónomas no van a recibir la parte correspondiente (el 50%) de la subida al 18% del tipo medio IVA y al 8% del tipo reducido. Mejor dicho, lo van a recibir, pero lo van a tener que devolver cuando en el 2012 se liquide el ejercicio del 2010, explican en el Ministerio de Economía. Este precepto, que había pasado desapercibido para muchos, ha sido utilizado por el Gobierno de Aguirre para decir que tal es su rechazo a la subida del IVA que están dispuestos a devolver la parte que le corresponde a Madrid. Pero en realidad, es una afirmación gratuita, ya que la propia ley obliga a hacerlo.

"Es lógico", explica una fuente autonómica. "Tiene que ver con el principio de autonomía fiscal. Si una administración asume el coste político de subir un impuesto, es lógico que se quede con el 100% de su recaudación". Esta misma fuente añade: "Si en la comunidad subimos un punto el IRPF no sería lógico que una parte de la recaudación fuera para otros territorios". Del mismo modo que el Estado se quedará con el 100% de la recaudación por la subida del IVA, también asumirá toda la pérdida que pueda tener por bajar del 16% al 8% el IVA sobre los trabajos de rehabilitación de viviendas.

La lógica parece aplastante. Por eso no se entiende por qué Salgado siempre ha dicho que la mitad de la recaudación por la subida del IVA (1.900 millones en el 2010, y 5.150 millones en cada ejercicio siguiente) iba a ir a las autonomías.