La reforma estatutaria que propugna CiU, entre otras fuerzas, sólo acarreará perjuicios a Cataluña. Así lo advirtió ayer el presidente del Gobierno, José María Aznar, quien opinó que el progreso de Cataluña depende en buena medida de su "estabilidad institucional". Aznar acusó al nacionalismo catalán de "socavar los cimientos del consenso constitucional" logrado hace 25 años.

El jefe del Ejecutivo alertó a Cataluña contra los "impulsos políticos" que buscan alterar el marco estatutario catalán. Denunció que tales "aventuras" no responden "a las necesidades ni a los deseos" de la mayoría de los catalanes.