El expresidente del Gobierno José María Aznar ha llamado hoy a recuperar "esa mayoría social" que existe y que defiende la unidad de España desde el respeto a las diferencias para poder poner en marcha políticas "de integración" que sirvan de ejemplo de "modernización y eficacia" al servicio de los españoles.

Aznar, en la presentación del segundo volumen de sus memorias, que se titula "El compromiso del poder", ha sido rotundo al afirmar que el nacionalismo "radical" no puede marcar las condiciones de convivencia.

Ha recordado que cuando él llegó a la Moncloa había una posición compartida sobre las cuestiones relevantes y no se discutía la idea de España "como nación".

Se podía sentir "de manera diferente", pero lo que no se discutía era que "todos estábamos al servicio de un proyecto para la mejora de nuestro país".

España se entendía como un concepto de "pluralidad", pero dentro del pacto constitucional, ha afirmado el expresidente, ya que entonces se consideraba éste un instrumento "extremadamente útil".

La legalidad, ha insistido Aznar ante un auditorio repleto, "no admite excepciones" y la ley "se debe aplicar siempre", en todas las circunstancias.

Durante su intervención, ha tenido palabras de elogio para aquellos que compartieron con él las tareas del Gobierno, algunos hoy presentes en este acto y otros ausentes, y ha dicho que juntos formaron "un equipazo" que funcionó "muy bien" y produjo "muy buenos resultados".

También en aquella etapa en la que él dirigió el país había unidad en cuanto a la defensa del Estado de derecho y de la legalidad frente al "desafío frontal" de ETA, y el Gobierno que él presidía -ha recalcado- se negó a la teoría de "la paz infinita" y el terrorismo "fue finalmente derrotado".

Aznar ha considerado importante recordar ahora cuál fue la estrategia de su Ejecutivo ante ETA con el trasfondo de la anulación de la doctrina Parot por parte del Tribunal de Estrasburgo.

Este segundo volumen, ha explicado, es la historia "de una gran ambición" para España porque cuando él llego a la Moncloa se encontró un país que estaba en la "medianía" y lo que en ese momento se planteó era si había disposición para tomar las medidas necesarias que permitieran a España convertirse en un país de "primera división".

"Mi respuesta fue que España tenía capacidad para hacerlo y los españoles también", ha subrayado Aznar, quien ha asegurado que el país "dio un salto espectacular" en términos de estabilidad, prosperidad y presencia internacional.