José María Aznar ya ha urdido una estrategia para intentar recuperar la confianza del electorado cuando finalice la guerra de Irak. El presidente del Gobierno ha ordenado a Jaime Mayor Oreja --uno de los tres nombres que más suenan como candidatos a sucederle al frente del Partido Popular-- que abandere en nombre del PP la defensa de la unidad de España.

El objetivo del presidente del Gobierno es que el desafío nacionalista centre la campaña de las elecciones generales del 2004 porque, según fuentes gubernamentales, interpreta que en este terreno el PP se mueve con más comodidad que el PSOE.

LARGA CHARLA EN MARZO

Aznar mantuvo el mes pasado una larga charla con Mayor Oreja, vicesecretario general del PP y presidente del Grupo Popular en el Parlamento vasco. Juntos analizaron la situación del País Vasco, marcada por la ilegalización de Batasuna y el proyecto soberanista del lendakari Juan José Ibarretxe, y la efervescencia preelectoral en Cataluña, caracterizada por las reformas estatutarias que proponen todas las formaciones salvo el PP. Ambos llegaron a la misma conclusión: el principal problema que España afrontará en los próximos meses es la ofensiva soberanista del PNV, secundada por CiU y tolerada por el PSOE.

El presidente encomendó entonces a Mayor Oreja que en los próximos meses no se limite a denunciar las maniobras rupturistas del nacionalismo vasco y también plante cara sin complejos a las reformas del Estatuto planteadas en Cataluña, sobre todo a las lanzadas por CiU y PSC.

Por su parte, el expresidente socialista del Gobierno, Felipe González, acusó al exministro del Interior Jaime Mayor Oreja de ser uno de los principales responsables de la "fractura territorial" del país, informa Margarita Sáenz-Diez. En la presentación de su libro Memorias del futuro , González afirmó que no le preocupan las propuestas de modificación del Estatuto de Cataluña. Lo que le inquieta es que cada vez haya más gente en esta comunidad "que se siente menos concernida" sobre lo que pasa a nivel nacional. De esto culpó al Gobierno. Si hay menos cohesión ahora que hace siete años (cuando la victoria del PP), aseguró el expresidente, "alguien será el responsable".