El expresidente del Gobierno José María Aznar ha rechazado hoy el concepto de Alianza de Civilizaciones creado por José Luis Rodríguez Zapatero porque no cree, ha explicado, que existan civilizaciones que choquen entre sí, sino una "única civilización". También ha aludido a la relación entre Occidente y el islam para apuntar que existe un "problema grave", no con el islam, sino con el yihadismo.

Aznar ha hecho estas reflexiones durante una conferencia que ha pronunciado en Viena en la que ha partido de hecho históricos como la rendición de la Alemania nazi, de la que mañana se cumplen 65 años, la caída del régimen soviético o las guerras de los Balcanes para formular una interpretación de la historia como "una lucha continua a lo largo del tiempo a favor de la civilización y un esfuerzo continuo, no siempre exitoso, para evitar la caída en la barbarie".

Desde ese punto de vista, el expresidente ha cuestionado que la palabra "civilización" "pueda y deba usarse en plural", y ha defendido la idea de que "la civilización es una", aunque "con distintas expresiones culturales, con diferentes experiencias históricas, sustentada en diversas creencias y raíces religiosas". "Por encima de esas circunstancias históricas, culturales o religiosas, se pueden, y se deben, reconocer valores comunes deseables para todos. Se pueden y se deben afirmar porque existen", ha subrayado.

LA "TRAMPA" DEL FUNDAMENTALISMO

Por el contrario, Aznar piensa que "hablar de civilizaciones, en plural, implica dar por hecho que existen mundos distintos, equivalentes y cerrados, cada uno con sus dogmas", los cuales serían "incompatibles con los del otro". Y ello generaría dos "trampas" como el fundamentalismo y el relativismo, y obligaríá a esos mundos cerrados a "enfrentarse de forma destructiva".

El expresidente ha defendido "el valor superior de la vida humana y de la dignidad de cada persona", ante el que, ha dicho, "no caben excepciones por supuestas razones culturales, o de raza o de religión". Y ha advertido: "Si nada es censurable por ser una peculiaridad de una supuesta civilización, todo, hasta los peores crímenes, terminará por ser aceptado, aunque no nos parezca aceptable".

"Respetar a las personas" --ha insistido Aznar-- "no significa compartir o asumir sus ideas ni sus creencias religiosas". Para el dirigente conservador, "el pluralismo tampoco puede amparar ningún fenómeno de discriminación en contra de la igualdad esencial en dignidad y derechos de todas las personas".

ADAPTACIÓN DE LOS MUSULMANES

Aplicado a la relación entre Europa y el islam, el expresidente ha considerado que "las democracias europeas deben abrirse a la presencia en su seno del islam", pero a cambio "pueden reclamar a los musulmanes, como a los creyentes de cualquier otra religión, que su forma de participar en la vida común incorpore estos principios".

"No tenemos un problema con el Islam. Tenemos un problema, y un problema grave, con el yihadismo y con los radicales y con quienes desde allí derivan hacia la intolerancia y la violencia. Y ese problema lo compartimos con los musulmanes de todo el mundo. Es un problema de la civilización", ha concluido.