Arnaldo Otegi, portavoz de la ilegalizada Batasuna, afirmó ayer que no ha habido ningún avance en el proceso de paz en las últimas semanas, por lo que se mantiene la situación de "crisis". Como solución, emplazó al presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero a demostrar "con hechos" su voluntad de hacer "una apuesta con ambición histórica" para resolver el conflicto vasco. Por su parte, expresó el "absoluto compromiso" y la "apuesta estratégica" de Batasuna para llevar el proceso de paz "hasta el final".

CRITICAS En una rueda de prensa celebrada en San Sebastián, Otegi intervino como representante del grupo negociador de Batasuna, el que ha mantenido los contactos con el resto de formaciones políticas. No quiso opinar sobre la reunión de la semana pasada entre el Gobierno y ETA, aunque criticó a los medios de comunicación por publicar "filtraciones y especulaciones".

Tampoco quiso pronunciarse sobre los últimos ataques de kale borroka registrados en Euskadi, argumentando que cada vez que aborda esta cuestión "se produce una manipulación informativa importante". Respecto a la actividad de la comisión negociadora, aseguró que mantiene sus contactos con otros partidos vascos, pero destacó que "resulta imposible" construir un diálogo multilateral si persiste la ilegalización de Batasuna. Criticó la actitud del PP, y al hilo de la cumbre de la Moncloa, aseguró que se confirma que los populares intentan "generar las condiciones más adversas posibles".

El obispo de San Sebastián, Juan María Uriarte, pidió el cese de la kale borroka y de la violencia "sin contrapartidas", así como medidas penitenciarias de carácter humanitario "para recuperar la confianza mutua". Uriarte, que participó en las conversaciones entre el Gobierno del PP y ETA, hizo esta reclamación "con apremio" ante la situación de bloqueo, y pidió a los interlocutores renunciar a "aspiraciones maximalistas" y posiciones "excesivamente rígidas".

Por su parte, el obispo de Vitoria, Miguel Asurmendi, aseguró en su mensaje de Navidad que la paz "atraviesa un periodo difícil", en el que hay "dudas" y "escasas aclaraciones". Para no frustrar "la esperanza presente en nuestro pueblo", apeló al "perdón y la reconciliación".

Mientras, los cajeros automáticos siguen sufriendo la kale borroka . En la madrugada de ayer, jóvenes encapuchados atacaron con artefactos incendiarios dos cajeros situados en la localidad guipuzcoana de Deba.