Nuevo tropiezo para el Tribunal Supremo en la tramitación de la euroorden cursada el pasado 14 de octubre contra Carles Puigdemont y los exconsejeros Toni Comín y Lluís Puig. El Tribunal de Primera Instancia neerlandófono de Bruselas, responsable de examinar el caso, decidió ayer aplazar al 3 de febrero la vista sobre la ejecución de la orden de detención y entrega contra los tres políticos, hasta que se aclare si el expresident y Comín gozan de inmunidad como eurodiputados.

Fue uno de los argumentos que esgrimieron las defensas en las alegaciones por escrito remitidas al juez belga que examina el caso. Según su interpretación, la tramitación de la euroorden, por los delitos de sedición y malversación, debe quedar paralizada hasta que se resuelva si Puigdemont y Comín tienen inmunidad, algo que empezará a esclarecerse este jueves.

La gran sala del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), compuesta por 15 magistrados, debe pronunciarse sobre el alcance de la inmunidad del líder de ERC, Oriol Junqueras, elegido también eurodiputado en las elecciones del 26 de mayo pasado y que, al igual que Puigdemont y Comín, no ha sido reconocido como tal, al no acudir a la Junta Electoral Central a acatar la Constitución, aunque, en el caso de Junqueras, fue por la negativa del Tribunal Supremo a dejarle salir de prisión.

En sus conclusiones del pasado 12 de noviembre, el abogado general del TJUE, Maciej Spuznar, ya concluyó que el líder de ERC, condenado a 13 años por sedición y malversación, debería haber sido reconocido como eurodiputado y, por tanto, debería haber estado cubierto por la inmunidad parlamentaria desde la constitución del nuevo hemiciclo, el pasado 2 de julio, y hasta que fue condenado por el Supremo, el pasado 14 de octubre.

La incógnita es si los jueces de la UE asumirán el criterio expresado en esta resolución preliminar -que suelen seguir en el 80% de los casos-, lo rechazarán o no irán tan lejos en su examen y señalarán que la pregunta dejó de tener sentido en el momento en que Junqueras fue condenado.

A la espera de ese veredicto, la Cámara del Consejo de Bruselas -como se conoce al tribunal de primera instancia- decidió aplazar el caso en una vista que duró menos de media hora. «Hemos confiado desde hace más de dos años en la justicia europea. Teníamos razón en confiar en ella. En Bélgica, en Alemania, en Escocia. Vamos a ver qué decide Luxemburgo. La decisión se ha de basar en la independencia judicial», explicó Puigdemont, ayer.

La sentencia sobre Junqueras no afecta directamente al expresident, puesto que su causa tiene «su propio itinerario, al que le quedan algunas etapas», reconoció el propio Puigdemont. Pero la decisión «es muy relevante para el conjunto de derechos que están en juego», según el expresident, quien negó que vaya a cambiar su lugar de residencia en función del fallo.

VARIAS VÍAS ABIERTAS / Así pues, los tres políticos volverán ante el juez el 3 de febrero a las 14.00 horas. Para entonces, la justicia belga espera saber si gozan de inmunidad o no. Si la sentencia sobre el caso Junqueras no fuese lo suficientemente clara para el futuro de Puigdemont, la defensa del expresident tiene abierta su propia vía para intentar que se le reconozca como eurodiputado, con dos causas que siguen también a la espera de resolución del TJUE y del Tribunal General de Luxemburgo, y que esperan resolver en los próximos meses.

En este contexto, el Alto Representante para la Política Exterior y de Seguridad de la UE y exministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, afirmó que no le sorprende la situación en la que se halla Puigdemont en Bélgica y puso de ejemplo a la etarra Natividad Jauregui, que aún no ha sido entregada a España y vive en ese país «tranquilamente». «Si eso ocurre desde hace años, no nos debe extrañar que ocurran otras cosas», lamentó.