El Papa ha animado este jueves a los españoles a vencer los actuales "motivos de preocupación" a través de sus hondas raíces cristianas, en un clima de respetuosa convivencia con otras "legítimas opciones" pero exigiendo respeto a la identidad cristiana.

Benedicto XVI, que ha llegado a mediodía al aeropuerto de Madrid Barajas para participar en los principales actos de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), ha sido recibido por los Reyes y el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, entre otras autoridades.

En su primer discurso, el Pontífice se ha referido a aquellos jóvenes que por causa de su fe en Cristo sufren en sí mismos la "discriminación", que "lleva al desprecio y a la persecución abierta o larvada" en determinadas regiones y países. "Que nada ni nadie os quite la paz; no os avergoncéis del Señor. Él no ha tenido reparo en hacerse uno como nosotros", ha enfatizado.

Según el Papa, interrumpido en ocasiones por los aplausos y ovaciones de los peregrinos que se han acercado al aeropuerto, muchos jóvenes miran con preocupación el futuro ante la dificultad de encontrar un empleo digno, o bien por haberlo perdido o tener uno muy precario e inseguro, al tiempo que se enfrentan a problemas como las drogas. Y ha afirmado que los participantes en las jornadas desean "escuchar la palabra de Dios" en un mundo en que ven "la superficialidad, el consumismo y el hedonismo imperantes, tanta banalidad a la hora de vivir la sexualidad, tanta insolidaridad y tanta corrupción".

No defraudar a los jóvenes

El rey Juan Carlos, que je subrayado la aportación del cristianismo en la "personalidad histórica de España", ha pedido ante el Papa acabar con "el intolerable paro juvenil" y ha urgido a facilitar a los jóvenes todos los medios disponibles para que logren abrirse camino en unos tiempos no fáciles para la juventud, "tantas veces frustrada por falta de horizontes personales y laborales".

"En el trasfondo de todo ello -ha dicho el Rey- se percibe una profunda crisis de valores. Los jóvenes necesitan no sólo oportunidades, sino también la ejemplaridad de sus mayores; no sólo razones, sino actitudes que motiven, llenen e impulsen su existencia y alienten su esperanza".

Según Juan Carlos, España tiene "una juventud solidaria", "la mejor formada de nuestra historia", a la que "no podemos defraudar en su legítimo anhelo de hacer realidad sus sueños". "Confiamos en vuestro aliento -le ha dicho el rey a Benedicto XVI-, no solo para animar a los jóvenes de España y del mundo entero a seguir creciendo en valores, sino para sensibilizar a nuestras sociedades sobre la necesidad de respaldarles en sus proyectos e ilusiones".