La Comisión Europea afirmó ayer en un comunicado que espera que Rodrigo Rato sea relevado como director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) por un candidato "adecuado" capaz de llevar "a buen puerto" las reformas iniciadas en la institución. El FMI se encuentra inmerso en una etapa de revisión que apunta a dar más cabida a los países emergentes y a superar una gran crisis de financiación.

Tradicionalmente, el cargo de director gerente del FMI es ocupado por un europeo, mientras que el de presidente del Banco Mundial se reserva para un representante de EEUU. Se trata de una regla no escrita que se cumple desde la fundación de las instituciones de Bretton Woods. Las potencias emergentes, que quieren entrar en el juego, cuestionan esta práctica, pero hasta ahora no han tenido éxito.

Rodrigo Rato, exvicepresidente económico con el PP en el Gobierno, anunció el jueves que dejará en octubre, tras la asamblea de otoño de la organización, su puesto en el FMI por razones personales.

EN PLENA REFORMA Su sorpresiva partida, dos años antes de lo previsto y en medio de una reforma clave en la institución, empeora la situación de organizaciones multinacionales como el Banco Mundial, que tuvo que cambiar a su presidente por el escándalo de nepotismo protagonizado por Paul Wolfowitz, y la Organización Mundial del Comercio (OMC), que está bloqueada desde hace meses.

"Un director del FMI que se va en plena reforma, sobre todo en materia de gobernabilidad atestigua una crisis profunda en el seno de las organizaciones de Bretton Woods", según Sebastien Fourmy, de la oenegé Oxfam. "Existe un verdadero problema de gobernabilidad mundial detrás de todo esto. El comercio planetario no tiene las instituciones que merece", según Christian de Boissieu, profesor de Economía de la Universidad Paris I.

"No estamos ya en la posición en la cual los países del G-8 podían dictar la ley, tenemos un alza de los países emergentes, que compiten en estas instituciones", afirma Philippe Hugon, director de investigación del Instituto de Relaciones Internacionales y Estratégicas (Iris), con sede en París.