La Diputación Permanente, el órgano que se reúne cuando las Cortes están disueltas, empezó ayer, pasadas las diez de la mañana, con bulla. Los diputados de Vox se colocaron en los asientos que la Mesa del Congreso había destinado a los de Ciudadanos y su portavoz, Macarena Olona, empezó a pedir un debate sobre la situación en Cataluña. La presidenta de la Cámara, Meritxell Batet, inició la sesión pidiéndoles que se cambiaran de sitio. El entendimiento no solo no llegó sino que Batet le llamó al orden tres veces, lo que en el reglamento indica que el diputado tendrá que abandonar el lugar en el que se desarrolle el debate, y fue expulsada. Todo el grupo ultra finalmente abandonó la sala.

Los escaños que ocuparon los parlamentarios de Vox están en la primera fila y los que le tocan, según «las reglas de funcionamiento» blandidas por Batet, en la segunda. Miguel Gutiérrez, portavoz de Ciudadanos, acabó cediendo. «Si ellos no entienden lo que es el decoro parlamentario...», dijo antes de que algunos diputados naranjas se movieran.

En ese momento, Olona empezó a mostrar fotografías de los disturbios en Cataluña y a defender la necesidad de decretar el estado de excepción en Cataluña sin tener el turno de palabra. Vox había registrado el pasado miércoles tomar esa medida ante los «gravísimos desórdenes» en las calles catalanas.

Tras llamarla al orden en tres ocasiones, Batet le pidió que abandonara la sala. La iniciativa, recuerda el equipo de Batet, no estaba calificada por la Mesa y por tanto su introducción se habría producido «de forma irregular». Todo el grupo de Vox fue de la sala.

«¡No es cuestión de asientos! ¡Es cuestión de España y de defender a la Policía Nacional y la Guardia Civil!», espetó el diputado de Vox Víctor Manuel Sánchez del Real cuando una parlamentaria del PP les invitó a sentarse en la segunda fila.

Fuentes de Vox se han quejado estos meses que los partidos que tienen miembros en la Mesa del Congreso (PSOE, PP, Podemos y Ciudadanos) les han marginado en los escaños del hemiciclo, al colocarlos en las últimas filas, por detrás de grupos como ERC y el PNV, con menos escaños, y también en el reparto de despachos, dándoles menos espacio que al resto de formaciones.

El Congreso vive un paréntesis de actividad, y los miembros de la Diputación Permanente (un pleno reducido, con representantes de todos los grupos de manera proporcional) se reunieron ayer para convalidar o derogar tres decretos leyes: las ayudas por la quiebra de Thomas Cook, la gota fría y las entregas a cuenta a las comunidades.