En suelo afgano, el pasado diciembre, la ministra de Defensa, Carme Chacón, expresó su fe en que Barack Obama logre llevar la paz a Afganistán. Pese a reafirmar esa confianza, ayer, en Barcelona, Chacón advirtió de que la pacificación del país asiático no pasa solo por enviar más soldados y que, además, el nuevo inquilino de la Casa Blanca no tiene una varita mágica para resolver los conflictos, por lo que reivindicó el papel de todos los países implicados y de la ONU.

"La resolución de conflictos como los de Irak o Afganistán no depende solo de la nueva Administración estadounidense ni se basa exclusivamente en el uso de la fuerza militar", dijo Chacón.

Aunque Obama pretende incrementar la presencia militar de EEUU en Afganistán y la OTAN pidió meses atrás que se refuercen los efectivos en el país, Chacón defiende un cambio de rumbo en la estrategia militar española, poniendo más énfasis en las labores de imposición de la paz y la seguridad que en las tareas de reconstrucción y desarrollo. Así, el ministerio quiere poner el acento en que lo importante no es la cifra de soldados que hay actualmente en el país (el Gobierno aún no ha aclarado si enviará más), sino sus funciones.