La conferencia internacional para promover la paz en Euskadi ha acabado pidiendo a ETA que haga una "declaración pública de cese de la violencia" y a los gobiernos de España y Francia que acojan favorablemente la iniciativa y se reúnan con sus representantes para abordar "las consecuencias del conflicto".

En un breve comunicado de cinco puntos, el exprimer ministro irlandés Bertie Ahrens ha pedido a la banda terrorista una declaración expresa de final de la violencia, así como que "reconozca, compense y asista a las víctimas" , pero también ha instado a los gobiernos de Francia y España a "darle la bienvenida a la declaración y a aceptar conversiones para tratar exclusivamente las consecuencias del conflicto".

Los reunidos en San Sebastián han propuesto también un comité internacional de seguimiento de las propuestas y la presencia de observadores internacionales, "que pueden ayudar".

La Conferencia de Paz está organizada por Lokarri, el Grupo Internacional de Contacto (GIC), auspiciado por el abogado sudafricano Brian Currin, y otras cuatro entidades especialistas en resolución de conflictos: Berghof Foundation, Conciliation Resources, The Desmond and Leah Tutu Legacy Foundation y Noref.

Ahrens, que negoció la paz con el IRA, ha justificado la resolución por la necesidad de aprovechar "todas las oportunidades" para buscar la paz.