Juan Carlos y Sofía inauguraron las nuevas dependencias del Congreso los Diputados con la satisfacción pintada en sus rostros. Si la ampliación de la sede de las Cortes Generales resultó ser una fiesta, los Reyes de España pudieron visualizar ayer que la maduración de los trabajos parlamentarios ha corrido de forma pareja a la consolidación de la Monarquía como fórmula de Estado. Acaso también por ello se les veía felices.

La presencia del Rey en la ampliación del Congreso dio pie a que su presidente, Manuel Marín, recordase el papel determinante de Juan Carlos el 23-F.

Nuevas tecnologías

En el estreno, Juan Carlos utilizó por vez primera vez el sistema de firma electrónica, instalado a raíz del plan de modernización del Parlamento. Una vez que Juan Carlos introdujo su clave secreta, como los demás mortales, en grandes pantallas de televisión pudo leerse: "El Registro General del Congreso de los Diputados estará abierto a todos los ciudadanos".

El presidente del Gobierno, el del Senado, el líder de la oposición, expresidentes del Congreso, miembros de la Mesa, parlamentarios y altos cargos acudieron a la celebración. Aunque las antiguas sedes del Banco de Crédito Local y de Argentaria tenían un notable empaque, las reformas han sido profundas.

Las instalaciones, de 25.000 metros cuadrados, y están unidas a los antiguos edificios de las Cortes por un túnel bajo la Carrera de San Jerónimo.

Pequeño museo

Ayer fue la ceremonia oficial, pero los dos edificios ya han albergado arduas tareas políticas. En la sala central de juntas, cerrada a cal y canto, se desarrollaron las primeras negociaciones del Estatuto, una vez que éste entró en la Cortes remitido por el Parlamento de Cataluña.

Manuel Marín ha decidido convertir estas instalaciones en un pequeño pero singular museo de arte moderno. Allí se mostrarán obras que guardaba el viejo palacio de las Cortes, y otras que ha pedido prestadas a varios museos y fundaciones.

También se incorporarán cuadros de T pies, Canogar y Gordillo, entre otros, para que acompañen a los murales de Josep Maria Sert, que dan nombre a esa sala de juntas donde la ponencia constitucional comenzó a limar el Estatuto.

En el futuro, está previsto exhibir obras de Miquel Barceló. El tener un mayor patrimonio, explica Manuel Marín, "redundará en una mayor valoración ciudadana del Parlamento". Pero también habrá espacio para el ocio y se montarán conciertos en la plaza de las Cortes. Además, está en cartera suspender el tráfico rodado que circula ante los leones del Congreso.