La carrera de Susana Díaz por revalidar su cuestionado liderazgo en el PSOE andaluz ha encontrado nuevos escollos en Sevilla, la provincia donde supuestamente tenía todo controlado. Cuatro miembros de la ejecutiva provincial han dimitido con duras críticas al proyecto comandado por Verónica Pérez, a quien acusan de poner el partido a disposición de Díaz. Unas bajas a las que la dirección del partido quita importancia pero que evidencian que, un año después de perder la Junta de Andalucía y con una valoración a la baja entre los andaluces, el susanismo ya no es un bloque monolítico y todo puede pasar en las primarias.

Uno de los dimitidos, Manuel Domínguez, secretario general del PSOE de El Viso del Alcor y exdiputado, justifica su renuncia en la necesidad de impulsar un «proyecto nuevo» para volver a ser «ese partido transformador de la realidad andaluza».

A Domínguez se suman otros dos exalcaldes de la comarca de Los Alcores (Carmelo Cubero y Jerónimo Guerrero, miembro de Comité Director), y el alcalde de Camas. Todos ellos apoyos de Díaz en su momento. Ahora coinciden en la necesidad de «repensar dónde está el partido y a dónde debe ir», porque el proyecto de Díaz «está ya agotado».