Para demostrar que la unidad de España es lo que más le importa, Rajoy reunió a sus barones territoriales en el monasterio de Yuso de San Millán de la Cogolla, considerado la cuna del castellano porque en el año 1.040 se registró el primer texto en esta lengua, como se encargó de recordar el anfitrión, Pedro Sanz, presidente de La Rioja. Una devoción compartida por el presidente José María Aznar, quien también convocó allí un cónclave del Partido Popular. A la reunión, y a la opípara cena de bodega del pasado jueves, acudieron seis de los siete presidentes autonómicos del PP. Pero faltó el más representativo, Manuel Fraga.