La vicesecretaria nacional de organización, Ana Mato, tenía ayer la misma cara de pasmo con la que se fue el día anterior al comprobar como una parte destacada de los compromisarios la hacían responsable de la imposición de la candidatura de Alicia Sánchez-Camacho. Pero ayer el ambiente fue el que tocaba para ser un congreso del PP. De ahí que, cuando Sánchez-Camacho reclamó un aplauso para Mato, la mayoría de los compromisarios sustituyó los silbidos por una ovación que pareció sincera. También Mariano Rajoy le dio las gracias por hacerlo tan bien. Nadie se quejó.

El presidente del congreso, Jorge Fernández Díaz, atribuyó los abucheos a Mato a "la pasión contenida durante muchas semanas y meses" previos, por lo que dijo que "no hay que darle más importancia".