Agentes de la Policía Nacional localizaron ayer un zulo de ETA en las proximidades de Zegama (Guipúzcoa) con material para fabricar explosivos. El hallazgo fue posible gracias a una documentación incautada a la banda hace cuatro años, y que los responsables de la lucha antiterrorista han descifrado recientemente.

Los agentes de la Comisaría General de Información, acompañados de efectivos del Tedax y la Unidad de Intervención Policial (UIP), hallaron en el interior del escondite cuatro fiambreras, mapas, mandos a distancias, dinamita de la marca Tytadine, cloratita y azufre, además de fiambreras, detonadores y temporizadores. La dinamita probablemente procedente del robo de 1.600 kilos de este explosivo en un almacén de Grenoble el 8 de marzo del 2001.

El hallazgo fue posible gracias al análisis de la documentación incautada al etarra José Segurola Kerejeta, detenido el 23 de marzo del 2005 en Francia cuando ejercía de lugarteniente del jefe de los comandos en aquella época, Garikoitz Aspiazu, Txeroki , que resultó arrestado el 17 de noviembre del 2008 fuentes de la lucha antiterrorista.

La detención de Segurola Kerejeta provocó la huida de un comando instalado en aquella época en la provincia de Guipúzcoa, cuyos integrantes dejaron abandonado el zulo descubierto ayer. Segurola habría actuado como responsable del comando en Francia y le habría suministrado material explosivo. De hecho, en el momento de su detención Segurola portaba en su coche varios recipientes de plástico con material explosivo.

La detención de Segurola corrió a cargo de la Policía Judicial francesa con información de la Comisaría General de Información. Junto al etarra fue arrestada Miren Itxaso Saldúa Iriberri en Lannemezan. Para que la policía española obtuviese la información halladaa por la policía francesa ha sido necesaria una comisión rogatoria del Juzgado de Instrucción número 3 de la Audiencia Nacional. Finalmente, las autoridades francesas remitieron a la policía española un croquis con la situación de dos zulos, uno de ellos aún por encontrar, y el modo de acceder al otro, según fuentes de Interior.

El zulo se encontraba en el barrio de Olaran de Zegama (1.348 habitantes), en una zona totalmente despoblada.