Dos delitos distintos, pero el lugar adonde ha ido a parar Javier Rodrigo de Santos es el mismo: la Fiscalía de Palma, en Mallorca. Primero fue a causa de un delito de malversación de fondos públicos, y ahora lo es por un supuesto abuso a menores. A ambas acusaciones se enfrenta el antiguo político del PP, aunque las consecuencias pueden no ser las mismas.

El exprimer teniente de alcalde y exconcejal de Urbanismo en Palma en la pasada legislatura fue detenido ayer por un presunto delito de abusos sexuales a dos menores de 12 años, después de la denuncia del padre de uno de ellos. Un acto que habría cometido, también, en su etapa como político. Hace tres meses el ahora detenido fue imputado por malversar 50.800 euros del erario mallorquín en clubs de alterne gais. Dos días más tarde devolvió el dinero y se dio de baja del PP.