Numerosos actos de violencia callejera jalonaron ayer la "jornada de lucha" convocada por la ilegalizada organización Segi justo en víspera de las manifestaciones de condena del atentado de ETA. La Ertzaintza detuvo a dos supuestos autores de desórdenes en las localidades guipuzcoanas de Hernani y Arrasate y otros seis fueron arrestados en Pamplona acusados de participar en un intento de "asalto" a dependencias municipales.

Aunque los encapuchados se emplearon desde primera hora de la madrugada con el lanzamiento de artefactos incendiarios contra las oficinas municipales de Berango (Vizcaya), el incidente de mayor alcance, por su repercusión social, se produjo después de las nueve de la mañana. Encapuchados colocaron una barricada incendiaria en un tramo que el metro de Bilbao recorre al aire libre en Getxo. En San Sebastián, incendiaron a plena luz un cajero automático de la Kutxa. En Hernani y Arrasate cruzaron contenedores.

La actuación de los jóvenes aberzales en Pamplona provocó mayor tensión. Un reducido grupo intentó acceder al ayuntamiento y se enfrentó a la policía.

La Ertzaintza y la Policia Nacional en Navarra estaban en alerta ante la posibilidad de nuevos episodios de kale borroka. Para hoy están previstos actos en defensa de los presos y de la Udalbiltza (asociación de municipios) que Batasuna mantiene.