Los presuntos dirigentes etarras Mikel Albisu, Mikel Antza, y María Soledad Iparraguirre, Anboto, tenían un calendario en el que habían anotado la consecución de acciones contra objetivos de la organización terrorista hasta el 2012.

El calendario fue encontrado en la casa de la localidad francesa de Salies de Béarn, en el suroeste, donde Albisu e Iparraguirre, su compañera, fueron arrestados en octubre del 2004.

Uno de los policías que se encargó de esa operación, Dmitri Zoulas, destacó ayer ante el tribunal de París que juzga a la pareja y a otros ocho presuntos etarras la existencia de ese calendario entre los documentos que se hallaron en la casa.

En dicho calendario se establecían fases para alcanzar diferentes fines, hasta la declaración de independencia del País Vasco, como la legalización de estructuras políticas, la negociación o la salida de presos de las cárceles, indicó Zoulas, que no precisó las fechas para cada uno de esos objetivos.

El comisario subrayó que la impresión que tuvieron los miembros de la Subdirección Antiterrorista (SDAT) a la vista de la cantidad y la calidad de la documentación incautada en esa casa de Salies era "haber penetrado, si no en el cerebro de ETA, sí en el centro neurálgico de la organización".

Para ilustrarlo indicó que había notas del propio Albisu, "jefe del aparato político" de la banda, tomadas de contactos mantenidos con responsables de Batasuna y de otras organizaciones de la izquierda aberzale, así como anotaciones contables de ETA, según las cuales el 95% de sus fondos procede de la extorsión a empresarios.