Un agente de la Ertzaintza se vio obligado ayer a realizar dos disparos al aire para repeler una emboscada que decenas de radicales tendieron a la policía autonómica en Rentería (Guipúzcoa), según la versión del Departamento de Interior vasco. Nueve ertzainas quedaron contusionados y se practicaron dos detenciones. Uno de los arrestados, un hombre de 63 años, fue trasladado a un centro hospitalario para ser atendido de un golpe en el hombro.

Los gravísimos incidentes comenzaron a mediodía en el barrio de Gaztaño, donde varias dotaciones de la Ertzaintza identificaron a tres personas que estaban colocando carteles de la asociación juvenil ilegalizada Segi. Allí estaba convocada una rueda de prensa para denunciar las detenciones practicadas en el municipio el viernes.

Cuando los agentes procedían a identificar a esos tres jóvenes, se vieron súbitamente rodeados de medio centenar de simpatizantes de la izquierda aberzale, una acción que fue calificado por el Ejecutivo autonómico como "una auténtica emboscada". Entre insultos y empujones, los radicales lograron derribar a uno de los ertzainas, quien desde el suelo realizó dos disparos al aire. Al mismo tiempo, sus compañeros reaccionaron y realizaron una carga contra los concentrados.

BALANCE Como balance de los disturbios, nueve agentes resultaron contusionados, aunque sus lesiones no revestían gravedad, y dos personas fueron detenidas.

La versión de Interior fue rebatida por el colectivo de apoyo a los presos de ETA Askatasuna, que denunció que el herido, identificado como José Luis Gurrutxaga, de 63 años, presentaba golpes "por todo el cuerpo". Además, sostuvo que los disparos al aire se realizaron a dos metros de las personas que protestaban ante los agentes, "que se pusieron nerviosos". El segundo arrestado, Iñaki García Alkorta, de 59 años, fue trasladado a dependencias policiales.