SIN DISTINCION

ETA nunca ha tolerado a los presos disidentes, fuera cual fuera su historial. Por eso, las expulsiones no han distinguido grados. Así, militantes con cargos relevantes o carreras sanguinarias se han convertido, con el paso de los años, en los presos más críticos con la dirección.

CINCO DISCREPANTES

El último caso se conoció a raíz del comunicado que el colectivo remitió la semana pasada al diario Gara. En él se informaba de que cinco reclusos quedaban fuera del grupo. Entre ellos, Valentín Lasarte e Ignacio Recarte, identificados en los 90 como "duros entre los duros". De hecho, el primero no dudó en apretar el gatillo contra Gregorio Ordóñez (PP) y Fernando Múgica (PSE).