La cabeza de lista de EHAK por Vizcaya, Maite Aranburu, aseguró ayer que todos los interventores de esta formación en las pasadas elecciones autonómicas eran de EHAK y no de Batasuna. En respuesta a la investigación abierta por la fiscalía para dirimir si los agentes electorales de ambas formaciones coinciden, Aranburu reclamó el cese de "las agresiones antidemocráticas".

Sin embargo, la diputada electa no pudo precisar siquiera cuántos interventores de EHAK estuvieron presentes en las urnas el día 17. "Eso es algo que nosotras no podemos saber", se limitó a responder. Y atribuyeron la disponibilidad de interventores a la "marea de solidaridad" hacia su fuerza política.

Las tres únicas dirigentes conocidas de EHAK comparecieron ayer en San Sebastián para replicar a las declaraciones del fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, para quien una eventual coincidencia de los interventores de EHAK con los de Batasuna podría ser una prueba para abrir un proceso de ilegalización del nuevo partido. Aranburu denunció "el espionaje diario" a las personas de su candidatura y apeló al presidente del Gobierno para que "envaine esa espada de Damocles que ha colocado sobre nuestras cabezas".

El portavoz de Batasuna, Arnaldo Otegi, se refirió ayer al fiscal general, al que dijo que "todo el mundo debería haber aprendido que no se puede acabar con la izquierda aberzale y que es un interlocutor necesario para iniciar un proceso de negociación política en este país".

IDENTIDADES La cabeza de lista de EHAK por Guipúzcoa, Nekane Erauskin, avanzó que ya han decidido quiénes ocuparán sus nueve escaños, aunque advirtió de que los nombres no se darán a conocer hasta la próxima semana, el mismo día que recojan sus credenciales.