El Gobierno y el PSOE salieron ayer en tromba a defender las ayudas a la rehabilitación incluidas en el plan anticrisis. Frente a quienes las vinculan al viejo modelo económico basado en el boom de la construcción, los ministros de Vivienda y Fomento y los portavoces del PSOE y del grupo socialista destacaron que no se potenciará la especulación, sino la mejora del parque actual de viviendas.

La más explícita al justificar la medida fue la secretaria de organización del PSOE, Leire Pajín. "No se puede abandonar" al sector de la construcción, advirtió. El portavoz socialista en el Congreso, José Antonio Alonso, destacó que los 350.000 empleos que se crearán a través de la rehabilitación de viviendas y de las medidas de eficiencia energética no tendrán "nada que ver ni con la burbuja inmobiliaria ni con la especulación urbanística".

Al Gobierno le pareció positiva la respuesta de los partidos al plan. No importó que la oposición le acusara de copiar sus propuestas. El número dos del PSOE y ministro de Fomento, José Blanco, lo vio como una muestra de la voluntad del Gobierno de "pactar a partir de iniciativas que son positivas para España". A los ciudadanos no les importa el copyright de las ideas, sino que sean buenas. El Ejecutivo encarará con esta divisa el debate que se produzca en las próximas semanas.