Llegó la hora. A las diez de la mañana, el magistrado Javier Gómez Bermúdez, declarará abiertas las sesiones del juicio del 11-M. Veintinueve procesados --11 están en libertad-- serán juzgados por preparar, ejecutar o colaborar en la masacre de Madrid que provocó la muerte a 191 personas y heridas a 1.824, tres días antes de las elecciones del 2004 que perdió el PP. Pero, junto a los procesados, en la vista --que se prolongará hasta julio-- también se enjuiciarán los intentos políticos y mediáticos de vincular a ETA con la masacre, la llamada teoría de la conspiración.

Las víctimas de la matanza --la más importante sufrida en Europa desde la segunda guerra mundial-- eran en su mayoría trabajadores, entre ellos muchos inmigrantes, que usaban el corredor de Henares para ir a Madrid en los trenes de cercanías.

La lucha de poderEl atentado también ha desatado una encarnizada pelea entre Gobierno y PP. Los populares --que han usado la masacre para deslegitimar la victoria electoral de José Luis Rodríguez Zapatero-- y sus satélites mediáticos se empecinaron, desde el mismo 11-M, en atribuir la autoría a ETA. Después, tras la detención de la célula islamista, han buscado hasta la saciedad lazos entre Al Qaeda y los etarras. Unas fabulaciones que han sido descartadas por las fuerzas de seguridad.

A pesar de ello, el tribunal ha accedido a que testifiquen el etarra Henri Parot y otros dos miembros de ETA detenidos mientras trasladaban a Madrid media tonelada de explosivos en vísperas del 11-M. Por el contrario, la Audiencia ha rechazado citar a miembros del anterior Gobierno o del actual.

El PP sigue sin querer admitir que el atentado de Madrid fue la respuesta de los islamistas radicales al apoyo que España brindó a la guerra de Irak. Tampoco reconoce que el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) alertó al Gobierno del PP de la posibilidad de un atentado tras las detenciones realizadas de una célula española de Al Qaeda, en noviembre del 2001.

La vista comenzará con el interrogatorio de Rabei Osman Sayed, el Egipcio , que fue detenido en Milán (Italia) y ha sido condenado en aquel país a 10 años de cárcel. En las llamadas intervenidas que mantuvo con un amigo en esa ciudad explicó que "Madrid es una lección para Europa", y celebró la victoria de Zapatero: "Ha sido más astuto, porque ha entendido enseguida el valor de los árabes y apenas entrar en el cargo de Gobierno ha abierto un diálogo con marroquís y árabes".

Mutismo total Durante el juicio al que fue sometido en Italia, el Egipcio guardó un mutismo casi total, salvo cuando iba a conocer el fallo. Entonces afirmó: "Estoy aquí, listo para ser condenado en un proceso político contra el Islam". Después serán interrogados los otros dos presuntos inductores de la matanza. Tras ellos, les llegará el turno a los tres presuntos autores materiales que pudieron ser capturados, y luego comparecerán los otros acusados. La llamada trama asturiana cerrará los interrogatorios.Los 29 imputados se enfrentan a penas que superan los200.000 años de cárcel. Durante la vista declararán más de 600 testigos, entre ellos los que formaban parte de la anteriorcúpula policial que, bajo el mando del entonces ministro del Interior, Ángel Acebes, dirigió la investigación que permitió detener a esta célula islamista. La fiscalía intentará demostrarque la matanza de Madrid se empezó a gestar a mediadosdel 2003, cuando Al Qaeda decidió “realizar unaacción terrorista para dar muerte al mayor número posiblede personas”. Al mando de la célula estaba Serhane ben Abdelmajid, el Tunecino, apoyado por Allekema Lamari, Jamal Ahmidam, Rachid y Mohamed Aulad, Asri Rifat y Abdenabid Kunjaa. Cercados por la policía, los siete se suicidaron en Leganés.Tres autores en el banquilloLa fiscalía ha identificado a 12 de los terroristas que colocaronlas 13 bombas que estallaron en las estaciones de Santa Eugenia, El Pozo del Tío Raimundo, Atocha y la calle Téllez, incluidos a los siete suicidas de Leganés; a uno que murió en atentado en Irak y a otro que está huido. Por tanto, solo tres de ellos –identificados por varios testigos presenciales– se sentarán en el banquillo. El grupo fue financiadocon el tráfico de drogas, y el explosivo –entre 50 y 100 kilosde goma-2 Eco–, robado de una mina asturiana por JoséEmilio Suárez Trashorras. Los peritos han negado que en losfocos de las explosiones se encontraran otras sustancias como Titadine, el explosivo utilizado por ETA.Noticia relacionadacolor>