En pleno inicio de la precampaña electoral vasca empieza hoy en Bilbao un juicio histórico contra el lendakari, Juan José Ibarretxe, y los dirigentes socialistas Patxi López y Rodolfo Ares a raíz del diálogo político que mantuvieron en el 2006 con Batasuna. Junto a ellos se sentarán en el banquillo del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) los cinco representantes de la izquierda aberzale que participaron en las conversaciones mantenidas durante la tregua de ETA, entre ellos Arnaldo Otegi, con el objetivo declarado de poder consolidar la paz.

Eso es lo que siempre han mantenido Ibarretxe, López y Ares durante una investigación iniciada tras la denuncia del Foro Ermua por las citas públicas que el lendakari mantuvo el 19 de abril del 2006 con miembros de Batasuna y los socialistas, el 6 de julio de ese año. A esa denuncia se unió con posterioridad Dignidad y Justicia y su personación fue admitida por el Tribunal Superior vasco.

ACUSACION POPULAR Los dos grupúsculos de la derecha ejercen la acción popular y son, de hecho, los únicos que mantienen la acusación pidiendo penas de prisión que van desde los nueve meses de cárcel para López y Ares, hasta los cuatro que solicitan para Otegi. Para el lendakari piden dos años y nueve meses como "cooperador necesario" para un delito de desobediencia al Supremo del que serían responsables los dirigentes de Batasuna Otegi, Rufi Etxebarria, Pernando Barrena, Olatz Dañobietia y Juan José Petrikorena.

Sin embargo, el ministerio público ha defendido en varias ocasiones la ausencia de delito. La fiscal jefe del TSJPV, María Angeles Montes, ha hecho suya a lo largo de la instrucción la resolución del Supremo que, a finales del 2006 y tras una denuncia de Manos Limpias contra el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, por hechos semejantes a los que ahora se juzgan, exculpó al líder socialista de haber cometido delito. Además, los magistrados reprocharon entonces a Manos Limpias que intentara condicionar con denuncias la acción política en materia antiterrorista.

El Tribunal Superior vasco hizo caso omiso de esta decisión del Supremo. También ignoró que el encuentro de López y Ares con miembros de Batasuna en el Hotel Amara de San Sebastián contó con autorización previa del juez Baltasar Garzón.

En realidad, tanto el instructor del caso, Roberto Saiz, como el presidente el TSJPV, Fernando Ruiz Piñeiro, y el magistrado Antonio García, portavoz de la Asociación Profesional de la Magistratura, han venido dando sistemáticamente la razón al Foro Ermua. Sus pronunciamientos abrieron un foco de tensión entre el Gobierno vasco y el tribunal y, de hecho, han dado motivo a su recusación para juzgar a quienes hoy son los favoritos a ganar las autonómicas.