ERC logró ayer su propósito de impulsar la reforma de la ley de financiación de los partidos políticos en aras de endurecer los mecanismos contra la corrupción. La proposición había generado un intenso debate en los días previos a su votación y PSOE y PP amagaron con oponerse. Finalmente, el consenso fue casi absoluto, ya que solo se abstuvieron CiU, el PNV y una parte del grupo mixto. El PP tildó la reforma de "insuficiente", pese al sí.