Semana clave para la negociación para la investidura de Pedro Sánchez. Y un día marcado en rojo: el del fallo del TJUE sobre la inmunidad de Oriol Junqueras, el jueves. Si una sensación comparten todas las fuentes consultadas es la de intriga ante la absoluta imprevisibilidad del fallo del tribunal sito en Luxemburgo. El abanico es muy amplio, por lo que nadie traza grandes planes apostando por un u otro sentido del dictamen. Aunque, eso sí, un mínimo de preparación sí hay.

Así las cosas, ERC ha preferido mantener un ritmo bajo de negociación o, como mínimo, de acuerdo, justamente a la espera de este jueves, y también, de paso, del 21, día en que se celebra su congreso. La razón es que se desconoce que nuevas dinámicas puede generar ese fallo y no quieren atarse las manos.

Pero en ningún caso, apuntan fuentes del partido, si el TJUE dictamina la vigencia de la inmunidad de Junqueras, en virtud, por ejemplo, de la suspensión de la inhabilitación dictada por el Supremo en la ejecutoria de la sentencia, los republicanos van a llevar la cuestión a la mesa de negociación con el PSOE.

«Exigiremos que se haga justicia» apunta esta voz de Esquerra, pero sin mezclarla con la negociación de la investidura.

EN LA MANO DEL GOBIERNO

Las razones son varias. Ante todo por que se puede dar que aquello que demande ERC no esté en la mano del poder ejecutivo del Estado. También porque hacerlo podría enmarañar unas conversaciones que van sumando avances a la espera del pacto final.

Y tercero porque ceñir una investidura a un caso personal, habiendo varios exconsejeros catalanes más en la cárcel podría suponer un perjuicio de imagen para los republicanos. Cuando más porque ERC ha sido muy estricta al señalar que la cuestión nuclear que puede dar o no paso a un acuerdo es solo la creación de una mesa entre gobiernos.