Con el aval masivo de las bases solucionado, ERC encarrila su discurso para sentarse a negociar con el PSOE, este jueves a las cinco en el Congreso. Los republicanos, concretan ahora su posición de partida. Para transitar del 'no' a la abstención reclaman dialogar en dos fases. Una primera, antes de la investidura, en la que exigen que los socialistas firmen por escrito, en un acto que sea público, un calendario de reuniones en las que se aborde una solución al "conflicto político" de Cataluña. No hay condiciones previas sobre contenidos precisos. En una segunda etapa, ya después de la toma de posesión de Pedro Sánchez como presidente, comenzaría el diálogo entre Gobierno y Generalitat.

ERC quiere allanar las posibilidades de que haya un Gobierno progresista en Madrid con el que poder dialogar, pero puesto que la desconfianza en el PSOE persiste, especialmente después del duro discurso que ha mantenido Sánchez sobre Cataluña en los últimos meses, los republicanos quieren garantías. La primera, conseguir que los socialistas firmen en público un acuerdo en el que se comprometen a abrir una negociación para resolver el conflicto catalán por la vía política con un calendario detallado de qué reuniones se irán produciendo.

Los republicanos proponen un formato similar al empleado por Sánchez y Pablo Iglesias para dar a conocer el pacto al que habían llegado, el pasado 12 de noviembre. En ese documento no exigen concreciones sobre el derecho a la autodeterminación, aunque la siguen reivindicando. Si este compromiso se sustancia, ERC se abstendría. Con el presidente ya revalidado en la Moncloa, arrancaría una "segunda fase", en la que se sentarían Gobierno y Generalitat. A juicio de los independentistas, no bastaría con nuevos encuentros bilaterales de comisiones parlamentarias, sino que requeriría el diálogo directo entre presidentes.

Este es el planteamiento con el que el primer partido catalán acudirá a la primera reunión de los equipos negociadores, este jueves, adelantada por este diario. Su portavoz parlamentario, Gabriel Rufián, ha confirmado que mantiene un contacto permanente con su homóloga socialista, Adriana Lastra, y aunque ha expresado su voluntad de llegar a un acuerdo, ha insistido en que el recelo permanece. "Porque Pedro Sánchez se dé un abrazo con Pablo Iglesias o con el Papa de Roma no deja de ser quién es. Cuando se siente débil se le puede sentar. Y nuestras intenciones son hablar. Este conflicto político debe retornar a la política", ha defendido este martes, tras acreditarse como diputado en el Congreso.

La intención de Sánchez es que el pleno de investidura se celebre antes de las vacaciones de Navidad, entre la segunda y la tercera semana de diciembre. ERC es prudente. "La película ni siquiera ha empezado", ha resumido Rufián.