Después de que la bandera de EEUU volviera a desfilar por Madrid en el Día de la Hispanidad, el Gobierno dará un paso más para normalizar las relaciones con el Ejecutivo de George Bush, que sufrieron un duro revés tras la retirada de las tropas españolas de Irak. Así, el ministro de Defensa, José Antonio Alonso, viajará mañana a EEUU para entrevistarse, entre otros, con su homólogo Donald Rumsfeld, uno de los más estrechos colaboradores de Bush.

El objetivo del encuentro, según una nota difundida por el Ministerio de Defensa, es hablar de la cooperación militar bilateral, la situación en Asia, Oriente Medio y América Latina, y la agenda de transformación de la OTAN de cara a la cumbre de Riga del próximo noviembre.

Aprovechando estos espacios de encuentro, el ministro español intentará limar asperezas con Washington, cada vez menores pero aún evidentes. Como lo demuestra el hecho de que, dos años y medio después de la retirada española de Irak, Bush aún no haya recibido en la Casa Blanca al presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero.

EL ESFUERZO ESPAÑOL Para demostrar a EEUU que España sigue siendo una aliada fiable en todos los terrenos, incluido el militar, el Ejecutivo puede recordar su papel al frente de las brigadas internacionales de cascos azules en el Líbano, y también el aumento de su presencia en Afganistán, pese a los crecientes riesgos. Eso sí, siempre bajo el auspicio de la ONU, con el que no contó la intervención en Irak.

Pese a que Bush ha recibido a los Reyes en su rancho de Crawford y a su amigo José María Aznar en la Casa Blanca, con Zapatero solo ha mantenido contactos fugaces en cumbres multilaterales. Y eso que tanto el embajador de EEUU en España, Eduardo Aguirre, como la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, han afirmado que las tensiones diplomáticas son agua pasada.

El ministro de Exteriores, Miguel Angel Moratinos, tras reunirse en abril del 2005 con Rice, anunció que el camino estaba despejado para que Zapatero y Bush concertaran una cita. Pero el presidente español matizó que, pese a los esfuerzos para lograr unas "mejores relaciones", la reunión con el inquilino de la Casa Blanca no era urgente.

De hecho, junto a las visitas de ministros españoles a EEUU --seis el año pasado--, algunos gestos del Gobierno del PSOE han irritado a la Administración Bush. Por ejemplo, la venta de aviones a Venezuela, frustrada al final por el veto de Washington.

CITA CON ANNAN Alonso se reunirá también con el secretario general de la ONU, Kofi Annan, con quien analizará las misiones de paz en las que participa España, sobre todo la del Líbano.